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LOS 4 GRANDES DEL ROCK (Enrique) — 3 comentarios

  1. En la vida de cada uno està marcado el destino. El Sr. Guzmàn como ìdolo indiscutible de la juventud y principalmente de las jovencitas adolescentes y mayores de edad se vieron decepcionadas, desilusionadas y hasta cierto punto frustradas por la uniòn matrimonial de èl con la Sra.Pinal.

    En la mayorìa de los comentarios que escuchè, me decìan mis amigas y compañeras de estudios, ¿Acaso el idilio con la novia de la juventud, no funcionò? habiendo tantas hermosas jóvenes del ambiente artìstico, como para escoger a la màs bella y unir sus vidas, y haber sido sumamente felices.¡¿què le pasó a este cuate?!… Mi contestaciòn fue…recuerden el viejo aforismo que dice: matrimonio y mortaja, del cielo bajan.

    Enrique en entrevista declarò que tuvo que verse en la necesidad de matar al personaje de «Bartolo Taras», pues en cierta ocasiòn transitando por alguna avenida muy concurrida de la ciudad, alguien lo viò y reconociò…… gritàndole…¡Adios Bartolo! En es momento recordò su gran trayectoria de crooner, de ìdolo de la juventud, pilar del Rock and Roll en Español en Mèxico y Latinoamèrica, y tuvo que decidir hacer lo antes dicho. Bien por èl y por su enorme historial de cantante.

    Independientemente de los logros como actor còmico en la T.V., hizo tambièn papeles de caràcter, hacièndolo excelentemente; pero lo suyo fue, es y serà cantar al amor, a la mujer, a los enamorados; a todos los que aùn sentimos el deseo de amar a una mujer.

    La vida de nuestros ìdolos y de cualquier persona es sagrada y por consiguiente merece todo nuestro respeto. La admiraciòn, el cariño y el deseo de haberlos visto casados con tal o cual joven, ùnica y exclusivamente le correspondiò a èl y nada màs que a èl haberlo decidido. Lo demàs son especulaciones. Como pùblico siempre querrìamos lo mejor para ellos, pues al sentirlos parte de nosotros; si ellos son felicies, nosotros tambièn lo serìamos. Asì me tocò vivirlo.Antonio

  2. El pùblico es quien los lleva hasta lo màs alto del pinàculo del èxito, asì como tambièn los sepulta a la sima de su carrera. Esto es lo que todos los ìdolos de todos los tiempos, jóvenes mujeres y hombres que se precien de ser cantantes, actrices, actores o còmicos nunca deben olvidar, que se deben en cuerpo y alma a su carrera y a su pùblico; que es quien les da todo sin recibir absolutamente nada a cambio; mas que el identificarse con ellos, con sus actuaciones, interpretaciones e incluso hasta en la forma de vestir; es decir, sentirse como si fueran ellos mismos. Que gran responsabilidad es ser un ìdolo de la juventud. No es fàcil llegar, pero cuando se llega el reto es mantenerse vigente; recuerden que Santo que no es visto, no es adorado. Asì me tocó analizarlo. Antonio

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